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Neruda, Bolivia y los bolivianos
(demasiado antiguo para responder)
Jorge Valverde
2004-07-23 15:26:33 UTC
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http://www.eldeber.com.bo/20040723/opinion_6.html

Pedro Shimose


Pablo Neruda es un poeta sorprendente por sus querencias, olvidos y rencores. Sus pasiones lo hacen más humano. Su amor a Chile lo hace más americano y más universal. Su patriotismo lo ennoblece, de modo que no lo censuro por pasar de puntillas, como quien no quiere la cosa, cuando se trata de recordar la Guerra del Pacífico de 1879. En su Canto general no dice ni mú. También sorprende que en esa Latinoamérica que Neruda canta, no están -entre otros países sudamericanos- Argentina y Colombia.
Bolivia y los bolivianos aparecemos mencionados con un sello de negatividad que, desde siempre, no hemos sabido rectificar. En el canto V, sección Los verdugos, aparecen Melgarejo y Belzu como si fueran fantasmas salidos de las páginas escritas por Alcides Arguedas y por su discípulo Augusto Céspedes. ¿Por que los comunistas bolivianos no le informaron debidamente a su camarada Neruda de qué iba la visión arguediana y cespediana de Melgarejo y Belzu? ¿Por qué no le dieron a conocer al poeta la Proclama de la Junta Tuitiva, uno de los documentos más bellos de nuestra lucha por la emancipación americana? Nunca lo sabremos.
Para Neruda, los indios de Chile (Caupolicán y Lautaro) son nobles, valientes y altivos. Los nuestros, en cambio, son los pobrecitos hambrientos, indigentes, explotados y miserables de siempre. Ahí están José Cruz Achachalla, de Oruro (canto VIII) o "...los campesinos aimaras de la desdichada Bolivia/ deshilachados por el hambre y el frío de las grandes alturas" (Las uvas y el viento), o "El indio entremuriéndose en las calles/ del Perú, de Bolivia..." (Navegaciones y regresos ).
El poeta ignoró a Túpac Catari. ¿Nadie le habló de Túpac Catari? Ignoró a Potosí y Chuquisaca. ¿Nadie le habló de Potosí? Para escribir Alturas de Macchu Picchu, Neruda viajó a Cuzco y estuvo en Puno. ¿Por qué no le dedicó un poema al lago Titicaca? Es muy probable que pasara por La Paz y Oruro, ¿cómo si no iba a escribir "...soy el pasajero de los autobuses gastados de Oruro"? ( La barcarola canto IV) y "...de Bolivia los huraños montes/ los ojos indios y la luz celebro?" ( Canción de gesta ).
Bolivia fue, para Neruda -esta es mi impresión- un país de paso. "Veo a Prestes -escribe en el 'Canto general'- cruzando la selva/ hacia Bolivia". O un conjunto de 'piedras amargas', como escribe en su libro Canción de gesta.
En cuanto a los bolivianos, nos dedica dos poemas amables (Tres niñas bolivianas" y "A Nilda Núñez del Prado, orfebre boliviana"); una breve nota al ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz, en la cual le pide la excarcelación de Régis Debray, preso en Camiri (04.04.1970); una mención en su poema "La Standard Oil Co.": "...y el paraguayo hace su guerra/ y el boliviano se deshace/ con su ametralladora en la selva" (Canto general, canto V); en otro poema "los bolivianos se desploman de hambre/ arañando las cuevas del estaño,/ rompiendo las paredes de los Andes... (Canción de gesta), y una invectiva que suena a revancha personal cuando escribe: "Visión reúne en su oficina infame/ su gang de renegados y esperpentos,/ bolivianos que lamen cada dólar/ y que insultan su pobre nacimiento/ crucificando el hambre de Bolivia..." (Los emboscados).
Yo me pregunto: ¿eran sólo bolivianos los que lamían cada dólar? ¿No había también chilenos en esa "oficina infame de renegados y esperpentos"? Creo que sí y en cargos más altos.
Siendo senador comunista, Neruda pronunció, en la sesión del martes 23 de agosto de 1946, un discurso en el que celebra el colgamiento de Villarroel. Dijo, entre otras cosas: "...mi voz de amigo del pueblo boliviano no puede faltar en estos momentos en que ha surgido un episodio de carácter continental... en la cual sangre de valientes y populares hombres de la democracia boliviana se ha vertido en las calles de ese país para liberarlo, en una hora agónica para la vida institucional de Bolivia... los tiranos caídos en Bolivia, cuyos cadáveres justicieramente el pueblo ha colgado en las plazas, enarbolaron la bandera del anticomunismo para apaciguar o martirizar a su pueblo".
Esta larga cita nos recuerda que, en esos momentos, flotaba aún el espíritu de Yalta y que la, grandeza de la poesía no siempre coincide con la miseria de la política. // Madrid, 23.07.2004.
e***@gmail.com
2017-12-02 15:46:46 UTC
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Post by Jorge Valverde
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Pedro Shimose
Pablo Neruda es un poeta sorprendente por sus querencias, olvidos y rencores.
Sus pasiones lo hacen más humano. Su amor a Chile lo hace más americano y más
universal. Su patriotismo lo ennoblece, de modo que no lo censuro por pasar de
puntillas, como quien no quiere la cosa, cuando se trata de recordar la Guerra
del Pacífico de 1879. En su Canto general no dice ni mú. También sorprende que
en esa Latinoamérica que Neruda canta, no están —entre otros países
sudamericanos— Argentina y Colombia.
Bolivia y los bolivianos aparecemos
mencionados con un sello de negatividad que, desde siempre, no hemos sabido
rectificar. En el canto V, sección Los verdugos, aparecen Melgarejo y Belzu como
si fueran fantasmas salidos de las páginas escritas por Alcides Arguedas y por
su discípulo Augusto Céspedes. ¿Por que los comunistas bolivianos no le
informaron debidamente a su camarada Neruda de qué iba la visión arguediana y
cespediana de Melgarejo y Belzu? ¿Por qué no le dieron a conocer al poeta la
Proclama de la Junta Tuitiva, uno de los documentos más bellos de nuestra lucha
por la emancipación americana? Nunca lo sabremos.
Para Neruda, los indios de
Chile (Caupolicán y Lautaro) son nobles, valientes y altivos. Los nuestros, en
cambio, son los pobrecitos hambrientos, indigentes, explotados y miserables de
siempre. Ahí están José Cruz Achachalla, de Oruro (canto VIII) o “...los
campesinos aimaras de la desdichada Bolivia/ deshilachados por el hambre y el
frío de las grandes alturas” (Las uvas y el viento), o “El indio entremuriéndose
en las calles/ del Perú, de Bolivia...” (Navegaciones y regresos ).
El poeta
ignoró a Túpac Catari. ¿Nadie le habló de Túpac Catari? Ignoró a Potosí y
Chuquisaca. ¿Nadie le habló de Potosí? Para escribir Alturas de Macchu Picchu,
Neruda viajó a Cuzco y estuvo en Puno. ¿Por qué no le dedicó un poema al lago
Titicaca? Es muy probable que pasara por La Paz y Oruro, ¿cómo si no iba a
escribir “...soy el pasajero de los autobuses gastados de Oruro”? ( La barcarola
canto IV) y “...de Bolivia los huraños montes/ los ojos indios y la luz
celebro?” ( Canción de gesta ).
Bolivia fue, para Neruda —esta es mi
impresión— un país de paso. “Veo a Prestes —escribe en el ‘Canto general’—
cruzando la selva/ hacia Bolivia”. O un conjunto de ‘piedras amargas’, como
escribe en su libro Canción de gesta.
En cuanto a los bolivianos, nos dedica
dos poemas amables (Tres niñas bolivianas” y “A Nilda Núñez del Prado, orfebre
boliviana”); una breve nota al ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz, en la cual
le pide la excarcelación de Régis Debray, preso en Camiri (04.04.1970); una
mención en su poema “La Standard Oil Co.”: “...y el paraguayo hace su guerra/ y
el boliviano se deshace/ con su ametralladora en la selva” (Canto general, canto
V); en otro poema “los bolivianos se desploman de hambre/ arañando las cuevas
del estaño,/ rompiendo las paredes de los Andes... (Canción de gesta), y una
invectiva que suena a revancha personal cuando escribe: “Visión reúne en su
oficina infame/ su gang de renegados y esperpentos,/ bolivianos que lamen cada
dólar/ y que insultan su pobre nacimiento/ crucificando el hambre de Bolivia...”
(Los emboscados).
Yo me pregunto: ¿eran sólo bolivianos los que lamían cada
dólar? ¿No había también chilenos en esa “oficina infame de renegados y
esperpentos”? Creo que sí y en cargos más altos.
Siendo senador comunista,
Neruda pronunció, en la sesión del martes 23 de agosto de 1946, un discurso en
el que celebra el colgamiento de Villarroel. Dijo, entre otras cosas: “...mi voz
de amigo del pueblo boliviano no puede faltar en estos momentos en que ha
surgido un episodio de carácter continental... en la cual sangre de valientes y
populares hombres de la democracia boliviana se ha vertido en las calles de ese
país para liberarlo, en una hora agónica para la vida institucional de
Bolivia... los tiranos caídos en Bolivia, cuyos cadáveres justicieramente el
pueblo ha colgado en las plazas, enarbolaron la bandera del anticomunismo para
apaciguar o martirizar a su pueblo”.
Esta larga cita nos recuerda que, en
esos momentos, flotaba aún el espíritu de Yalta y que la, grandeza de la poesía
no siempre coincide con la miseria de la política. // Madrid,
23.07.2004.
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Pablo Neruda es un poeta sorprendente por sus querencias, olvidos y rencores.
Sus pasiones lo hacen más humano. Su amor a Chile lo hace más americano y más
universal. Su patriotismo lo ennoblece, de modo que no lo censuro por pasar de
puntillas, como quien no quiere la cosa, cuando se trata de recordar la Guerra
del Pacífico de 1879. En su Canto general no dice ni mú. También sorprende que
en esa Latinoamérica que Neruda canta, no están —entre otros países
sudamericanos— Argentina y Colombia.
Bolivia y los bolivianos aparecemos
mencionados con un sello de negatividad que, desde siempre, no hemos sabido
rectificar. En el canto V, sección Los verdugos, aparecen Melgarejo y Belzu como
si fueran fantasmas salidos de las páginas escritas por Alcides Arguedas y por
su discípulo Augusto Céspedes. ¿Por que los comunistas bolivianos no le
informaron debidamente a su camarada Neruda de qué iba la visión arguediana y
cespediana de Melgarejo y Belzu? ¿Por qué no le dieron a conocer al poeta la
Proclama de la Junta Tuitiva, uno de los documentos más bellos de nuestra lucha
por la emancipación americana? Nunca lo sabremos.
Para Neruda, los indios de
Chile (Caupolicán y Lautaro) son nobles, valientes y altivos. Los nuestros, en
cambio, son los pobrecitos hambrientos, indigentes, explotados y miserables de
siempre. Ahí están José Cruz Achachalla, de Oruro (canto VIII) o “...los
campesinos aimaras de la desdichada Bolivia/ deshilachados por el hambre y el
frío de las grandes alturas” (Las uvas y el viento), o “El indio entremuriéndose
en las calles/ del Perú, de Bolivia...” (Navegaciones y regresos ).
El poeta
ignoró a Túpac Catari. ¿Nadie le habló de Túpac Catari? Ignoró a Potosí y
Chuquisaca. ¿Nadie le habló de Potosí? Para escribir Alturas de Macchu Picchu,
Neruda viajó a Cuzco y estuvo en Puno. ¿Por qué no le dedicó un poema al lago
Titicaca? Es muy probable que pasara por La Paz y Oruro, ¿cómo si no iba a
escribir “...soy el pasajero de los autobuses gastados de Oruro”? ( La barcarola
canto IV) y “...de Bolivia los huraños montes/ los ojos indios y la luz
celebro?” ( Canción de gesta ).
Bolivia fue, para Neruda —esta es mi
impresión— un país de paso. “Veo a Prestes —escribe en el ‘Canto general’—
cruzando la selva/ hacia Bolivia”. O un conjunto de ‘piedras amargas’, como
escribe en su libro Canción de gesta.
En cuanto a los bolivianos, nos dedica
dos poemas amables (Tres niñas bolivianas” y “A Nilda Núñez del Prado, orfebre
boliviana”); una breve nota al ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz, en la cual
le pide la excarcelación de Régis Debray, preso en Camiri (04.04.1970); una
mención en su poema “La Standard Oil Co.”: “...y el paraguayo hace su guerra/ y
el boliviano se deshace/ con su ametralladora en la selva” (Canto general, canto
V); en otro poema “los bolivianos se desploman de hambre/ arañando las cuevas
del estaño,/ rompiendo las paredes de los Andes... (Canción de gesta), y una
invectiva que suena a revancha personal cuando escribe: “Visión reúne en su
oficina infame/ su gang de renegados y esperpentos,/ bolivianos que lamen cada
dólar/ y que insultan su pobre nacimiento/ crucificando el hambre de Bolivia...”
(Los emboscados).
Yo me pregunto: ¿eran sólo bolivianos los que lamían cada
dólar? ¿No había también chilenos en esa “oficina infame de renegados y
esperpentos”? Creo que sí y en cargos más altos.
Siendo senador comunista,
Neruda pronunció, en la sesión del martes 23 de agosto de 1946, un discurso en
el que celebra el colgamiento de Villarroel. Dijo, entre otras cosas: “...mi voz
de amigo del pueblo boliviano no puede faltar en estos momentos en que ha
surgido un episodio de carácter continental... en la cual sangre de valientes y
populares hombres de la democracia boliviana se ha vertido en las calles de ese
país para liberarlo, en una hora agónica para la vida institucional de
Bolivia... los tiranos caídos en Bolivia, cuyos cadáveres justicieramente el
pueblo ha colgado en las plazas, enarbolaron la bandera del anticomunismo para
apaciguar o martirizar a su pueblo”.
Esta larga cita nos recuerda que, en
esos momentos, flotaba aún el espíritu de Yalta y que la, grandeza de la poesía
no siempre coincide con la miseria de la política. // Madrid,
23.07.2004.
Neruda, Allende y Teiltelboin trabajaron para que bolivia recibiera su salida al mar, les sugiero que visiten el portal www.allendevive.cl y vean ese documento historico que ademas esta acompañado de audios.
Todos ,salvo raras excepciones de los creadores de cultura siempre han tenido unaposicion al respecto . Nosotros los nerudianos aprendimos que no se debe alimentar el oduio entre hermanos y asi se demostro cuando el Presidente Evo Morales viajo a Chile, se celebro en esa ocasion un acto masivo de chilenos que gritabamos "MAR PARA BOLIVIA" . No caeremos en ningun tipo de chauvibismo ni de actitudes contrarias a la Unidad de bolivianos y chilenos . "Podran cortar todas las flores, pero no podran detener la primavera" Pablo Neruda
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