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MALVINAS, USADA COMO HUMO PARA TAPAR SUS MENTIRAS Y ROBOS....
(demasiado antiguo para responder)
Petry F
2012-01-22 17:13:25 UTC
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Cristina 'malviniza' para que no se hable de Dilma ni Moreno
***  
|22/01/2012
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Cristina Fernández y David Cameron, en vida de Néstor
Kirchner.(foto)
por EDGAR MAINHARD
******* 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Las islas argentinas del
Atlántico Sur (no solamente Malvinas sino también Georgias del
Sur y Sandwich del Sur) tienen un destino terrible en la política
argentina: cortinas de humo.
 **
Ocurrió en 1982, cuando una Junta Militar desorientada por el
fracaso de la economía y el reclamo sindical y político
creciente, buscó en la reinvindicación soberana ante la
ocupación británica, una salida a su laberinto.
** 
Sucede en 2012, cuando una Administración democrática
considera que, ante el ajuste imprescindible a causa de los excesos
cometidos desde 2003, las islas del Atlántico Sur pueden mantener
ocupada a la opinión pública en menesteres diferentes a los de
reclamar porque el dinero pierde poder adquisitivo.
** 
¿Quién no habría de solidarizarse con una Presidente que,
supuestamente, se enfrenta ante el Reino Unido en la defensa de un
territorio habitado por ciudadanos ingleses pero que alguna vez fue de
las Provincias Unidas del Río de la Plata? La opinión
pública argentina es, por diferentes motivos, mayoritariamente
crítica de USA y de Gran Bretaña. Si, ante la disyuntiva, los
argentinos apoyaron a Leopoldo Fortunato Galtieri ¿cómo no
habrían de respaldar a una Presidente que obtuvo el 54,11% de los
votos hace apenas 1 trimestre?
** 
No obstante, es muy cuestionable que la justa reivindicación
malvinera resulte utilizada para distraer a la opinión pública
en días de definiciones socioeconómicas muy importantes.
 **
Tampoco puede condenarse a Cristina Fernández por apelar al ardid
ya que, en definitiva, es responsabilidad de cada ciudadano cómo
construye su propia agenda cotidiana ya que, si asume su derecho de
autodeterminar su destino a través del sufragio, no puede
responsabilizar a otros por las prioridades que elige.
 **
Lo cierto es que ahí está la estrategia de la Presidente,
quien resurgió de sus cenizas (y las de Néstor Kirchner)
gracias a la publicitada victimización por su viudez -proceso que
la acompañó hasta la victoria en las urnas-, y recientemente
protagonizó otra variante de esa corriente propagandística con
una intervención quirúrgica que, al parecer, era menos grave
de lo que se comunicó en un comienzo.
** 
Consumido ya ese efecto, Malvinas es el tema frente a Hugo Moyano, los
reclamos salariales, los pedidos de los gobernadores y alcaldes, y las
objeciones de los usarios/consumidores por los diferentes rostros que
tiene la inflación (quita de subsidios tarifarios, aumentos de la
educación y medicina privada, polémica por el tipo de cambio
real y mayores precios en las góndolas).
 **
Así, una reivindicación soberana como lo es Malvinas termina
utilizada en función de las encuestas de opinión pública
domésticas. La pregunta es cómo lo interpretará la
opinión pública y cuál es el límite de la
controversia que plantea Cristina Fernández.
** 
La Junta Militar nunca pensé en intentar permanecer en Malvinas
porque la estrategia inicial era expulsar al destacamento británico
y retirarse. Sin embargo, los hechos lograron luego una vitalidad propia
y convirtieron en sus prisioneros a los gobernantes.
** 
Pero dificilmente Dilma Rousseff le conceda a Cristina Fernández
alguna contemplación por el tema Malvinas.
** 
La influyente Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo
(Fiesp) expresó ya su "preocupación" por las trabas a las
importaciones que regirían desde febrero y pedirá una
audiencia con Cristina Fernández para proponer iniciativas permitan
no interrumpir el comercio, según lo expresó el presidente del
Consejo Superior de Comercio Exterior de la Fiesp, Rubens Barbosa, quien
reconoció que resulta "absurdo" que con las iniciativas en materia
de comercio exterior que aplicaría en breve la administración
kristinista también "serían afectadas" aquellas empresas con
capitales brasileños hoy radicadas en la Argentina.
** 
Tras admitir la decisión de la Fiesp de que su presidente, Paulo
Antonio Skaf, visite a la Jefa del Estado argentino, Barbosa
expresó que "se deben encontrar formas a través de las que
podamos aumentar las importaciones desde Argentina para disminuir el
déficit comercial con Brasil y ayudar a las autoridades argentinas
a mantener un superávit en la balanza comercial del país", que
en 2011 registró un déficit de US$ 5.800 millones. 
** 
Antes de la Fiesp, ya protestó el influyente ministro Fernando
Pimentel, de la confianza personal de la presidente Dilma Roussef como
casi ningún otro integrante de su gabinete.
** 
Los dichos de Pimentel fueron una señal para el encuentro que la
Fiesp mantuvo el viernes 20/01, durante el cual realizó "un
relevamiento de los problemas" que exhibe el comercio con la Argentina.
** 
En tanto, es oportuno revisar algunos fragmentos de la prensa dominical:

Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca,
explicó porqué no habría que festejar por las
declaraciones del gobierno estadounidense (histórico aliado del
Reino Unido) acerca de Malvinas. Similar error cometió Galtieri en
1982. ¿Quién puede ser tan estúpido como imaginar que
mientras planifican una nueva acción bélica en el Golfo
Pérsico, Washington DC y Londres discreparán por las islas en
el Atlántico Sur?:
 **
"(...) De las tres cuestiones (Malvinas, salarios y relación con
Brasil, aunque en este punto el cansancio también es regional e
internacional, por no hablar de los empresarios locales), la del reclamo
argentino por la soberanía de las islas es la que más
esfuerzos ha demandado por parte de la presidenta y de sus principales
ministros, durante la última semana. Ya se ha dicho y vale
repetirlo: nada suponen los estrategas oficiales que daría más
chapa interna al gobierno que lograr un cambio en la cerrada
posición británica de no sentarse a una mesa de
negociación con la Argentina. En especial, si, por delante, tiene
algunos desafíos domésticos que pueden generarle problemas,
como la puja salarial, con los sindicatos estatales en pie de guerra por
el recorte compulsivo de sumas extras que cobraban hasta fin de año
y que les fueron cortadas mediante un DNU, o los primeros coletazos del
ajuste tarifario que la administración insiste en negar con la
misma ínfula que niega la realidad de los precios a través de
los dibujos del INDEC.
** 
A la caza de ese objetivo por plantar muy fuerte en la agenda nacional e
internacional los reclamos por Malvinas, pero, mejor todavía, de
los réditos locales y externos que podría dejarle a la actual
administración, están destinados todos esos esfuerzos. No es
una estrategia que haya surgido de la improvisación, hay que
reconocerle a Cristina Fernández. Ella había avisado de lo que
se venía allá por septiembre del año último, en su
discurso ante la Asamblea Anual de las Naciones Unidas. Y se lo dijo
personalmente, luego, en noviembre, durante la cumbre del G-20, al
presidente norteamericano Barack Obama.
** 
La ofensiva se corporizó durante la última reunión del
Mercosur y sus países asociados, en diciembre, en Montevideo, donde
la presidenta logró el objetivo central de su escalada, sin el cual
no podría seguir avanzando: el compromiso de los países de la
región de negar el servicio de sus puertos a los buques con bandera
malvinense desde o hacia las islas. Y podría dar un golpe de gracia
en febrero, cuando se reúna, en Santiago de Chile, con el
presidente Sebastián Piñera, para abordar el sensible tema de
la eventual suspensión de los vuelos desde el país vecino a
las islas, con escala en Río Gallegos, la vía más
importante que hoy tienen los isleños para seguir conectados a todo
trámite con el resto del mundo. 
** 
El mandatario trasandino, hay que decirlo, se ha mostrado, hasta ahora,
como un aliado de la Argentina, aunque en aquel encuentro podría
plantear como moneda de cambio nada menos que la extradición del ex
guerrillero Apablaza Rojas, acusado de crímenes en democracia en su
país. Un mal sueño para Cristina Fernández, por el fuerte
rechazo a esa medida que le impusieron, en el pasado reciente, sus
aliados de las organizaciones de derechos humanos.
** 
En despachos del gobierno, reconocen, sin rubores, que el mismísimo
David Cameron terminó por sumar a esa estrategia argentina. Sus
propias necesidades de recuperar prestigio interno y levantar en las
encuestas de opinión, donde el votante británico lo venía
castigando con dureza, casi llevaron al premier a escalar en la
contienda con el gobierno argentino. Una conclusión rápida
salta a la vista: Cristina y Cameron tienen los mismos motivos de
política interna, antes que las propias y justas o injustas
reivindicaciones de cada uno, para hacer de las islas "la causa" en sus
respectivos territorios.
** 
Ya se ha dicho que los objetivos de la Presidenta van un poco más
allá, y tendrían la mira final puesta en el más largo
plazo y en la posibilidad de un espaldarazo de semejante nivel, como
sería algún tipo de apertura de negociaciones, aunque fuesen
primarias, por parte del Reino Unido, que le permitan, desde una
posición de fuerza o intentar un por ahora utópico tercer
mandato o no depender políticamente de nadie para designar a su
sucesor.
** 
Algunos funcionarios se ilusionaron, la semana última, con los
resultados de la reunión entre Obama y el flamante embajador en
Washington, Jorge ArgÌello. En especial, porque el diplomático
habría sido "bien receptado" por el presidente, a la hora de
plantear la reclamación argentina por la soberanía sobre
Malvinas, dijeron en la Cancillería. El comunicado del viernes del
Departamento de Estado no parece ser tan optimista. Allí, se dice
que el gobierno norteamericano reconoce la administración
británica de las islas y que no opina sobre el fondo de la
cuestión; es decir, sobre la disputa de soberanía. (...)".
 **
Eduardo van der Kooy en el diario Clarín (de quién hay que
destacar que él fue pionero en advertir en 2011 que el tema
Malvinas sería prioridad del gobierno de Cristina Fernández en
2012), incluyó en su relato de los acontecimientos que transcurren
y vendrán, el choque entre la Administración Cristina y la
empresa Repsol YPF:
** 
"Según relató un veterano diplomático, el año pasado
se registró el sondeo de 15 empresas europeas de buen nivel para
participar en potenciales proyectos importantes. Ninguna de ellas
concretó esa insinuación. “Las cosas se complicaron en
vez de simplificarse. Esos inversores no volverán”,
concluyó, desilusionado, aquel diplomático.
** 
El empinamiento de Moreno ha dejado secuelas en el Gabinete. Giorgi no
sería la única víctima. Hernán Lorenzino, el
ministro de Economía, empieza a presumir que su protagonismo y su
influencia no resultarán distintos a la de los ministros que
desfilaron después de la renuncia de Roberto Lavagna. Lorenzino
sueña con normalizar la situación con el Club de París y
abrir a la Argentina a los mercados financieros: difícil hacerlo
cuando los dólares escasean y las decisiones económicas se
toman en otras oficinas. Ni siquiera le sirve el apuntalamiento que
tiene de Amado Boudou.
** 
Boudou perdió su pulseada con Moreno . El supersecretario K se lo
notificó en forma personal. Tal vez eso explique el pobre
interinato del vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo mientras
Cristina se repone. Encabezó actos acordes a un intendente antes
que a un presidente interino. Cuando habló, se encargó siempre
de subrayar que lo hace en cumplimiento estricto de indicaciones de la
Presidenta. Como si se tratara de un ritual religioso.
** 
Su carga contra YPF también formó parte del mismo libreto.
Boudou participó de la presión pública oficial contra las
petroleras por el precio del gasoil al transporte que lideraron Julio De
Vido, Juan Pablo Schiavi, el secretario del área, y Lorenzino.
** 
Moreno no estuvo, pero podría estar si ese conflicto llegara a
profundizarse.
 *
¿Por qué razón? Hubo un episodio en febrero del 2008 del
cual pocos se enteraron. Era el amanecer de Cristina en el poder. Ante
un problema de precios y abastecimiento de combustible generado por una
resolución de Moreno, el secretario de Comercio primero dispuso el
cierre de las exportaciones y luego la intervención de Repsol-YPF.
Llegó con la resolución en sus manos hasta las oficinas de la
empresa, entonces en Diagonal Norte.
** 
Invocó la aplicación de la Ley de Abastecimiento . El
presidente ejecutivo de la petrolera, el español Antoni Brufau,
hizo esperar al funcionario y corrió desesperado hasta la Casa
Rosada. Allí logró que Cristina, con un llamado
telefónico, hiciera desistir a Moreno de la determinación.
Pero la Presidenta no habría quedado del todo convencida sobre el
retroceso.
** 
La petroleras temen que un manotazo similar pueda repetirse ahora. Ante
las dificultades, el kirchnerismo acostumbra a huir hacia adelante. Le
carga a las petroleras una mochila –los sobreprecios del
gasoil– y amaga con embretarlas en una pelea política para
encubrir su objetivo verdadero: la urgencia por retirar los subsidios al
transporte . Esas urgencias tuvieron otro par de registros: el primer
DNU que aprobó la Bicameral del Congreso refiere al recorte de 300
mil salarios estatales ; el fuerte aumento de tarifas en los subtes que
hizo Mauricio Macri era el que habría tenido que ejecutar Cristina
si no se los sacaba de encima. (...").
** 
Nelson Castro, en el bisemanario Perfil (todavía cargando la
polémica sobre si hubo o no abuso publicitario gubernamental con la
intervención quirúrgica a la Presidente en el Hospital
Universitario Austral), acerca de lo mucho que demoró José
Ignacio de Mendiguren (pero también Luis Betnazza) en reclamar
contra las restricciones a las importaciones que elucugró Guillermo
Moreno, quien se resiste, al igual que la UIA, a considerar el problema
real: tipo de cambio real barato, baja de la competitividad y evidentes
problemas de productivias:
** 
"(...) El que vive su momento de gloria es Guillermo Moreno, el ministro
de Economía en funciones de este Gobierno. Hace y deshace a su
antojo. Se siente el vencedor de la pulseada cambiaria que se vivió
a fin de 2011. El cierre de las importaciones lo vive como un triunfo.
No importa que en Tierra del Fuego no puedan ensamblar los
teléfonos celulares supuestamente “hechos en
Argentina”, que haya dificultad para la provisión de
electrodomésticos o de instrumental médico. En el mundo
editorial todavía es motivo de comentario la condición que
puso Moreno para que se reabriera la importación: “Si quieren
importar libros deberán antes exportar cualquier otra cosa.
Así que vayan a La Salada, compren calzoncillos y expórtenlos,
después hablamos”, fue –palabras más, palabras
menos– el tenor de ese diálogo.
** 
Recién ahora, la Unión Industrial Argentina ha decidido
pronunciarse en contra de esta medida intempestiva y nociva para la
industria nacional. Que nuestro país busque el desarrollo de una
industria propia, que tenga la capacidad de sustituir con igual calidad
y en igual cantidad muchos de los productos que hoy provienen del
exterior, es un objetivo trascendente. La obtención de ese logro
sólo será posible con la puesta en práctica de
políticas sólidas y perdurables que le den sostén a una
iniciativa de trascendentes consecuencias económicas, sociales y
políticas. Para ello hay necesidad, entre otras cosas, de crear
condiciones de accesibilidad al crédito que hoy sólo puede
garantizar la Anses, con todos los vericuetos de discrecionalidad
política que ello suscita. Exige, también, la existencia de un
empresariado con conductas tales que le permitieran alcanzar un
liderazgo social del que hoy carece.
** 
En paralelo, asistimos a un recalentamiento de las relaciones entre la
Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas
Malvinas. El aumento de las tensiones, a treinta años de aquella
guerra delirante y trágica, tiene más que ver con aspectos
internos de la vida política del Reino Unido. La negativa a
permitir la entrada de buques con bandera de las Malvinas a los puertos
de Chile, Uruguay y Brasil ha enfurecido al gobierno del primer ministro
David Cameron. Hay mucho de sobreactuación en el medio de una
situación política que le es complicada. El asunto Malvinas
siempre ha sido así. También en nuestro país. La guerra
de 1982 encaja en ese modelo. En aquel momento, tanto la Junta Militar
que presidía el general Leopoldo Galtieri como el gobierno de
Margaret Thatcher tambaleaban. El triunfo en la contienda bélica
salvó a Thatcher y acabó con los proyectos de
perpetuación en el poder de Galtieri y compañía. Los
derechos de nuestro país sobre las Malvinas son incuestionables.
** 
Sin embargo, hay una circunstancia que no es menor: ahí vive gente
que no quiere ser argentina. Ese es el principal obstáculo que
tiene nuestro país para hacer valer sus derechos, obstáculo
que ninguno de nuestros gobiernos democráticos ha sabido cómo
superar. El día que eso ocurra, las negociaciones que hoy parecen
imposibles tendrán el peso inevitable de la realidad."
** 
Fernando Laborda en el diario La Nación, precisamente planteando
los límites de Dilma Rousseff: Malvinas es Malvinas y el comercio
bilateral es el comercio bilateral. También abundó en el
grotesco Guillermo Moreno y, obviamente, Papel Prensa, la sociedad entre
el Estado, Clarín y La Nación:
** 
"(...) La vieja estrategia del kirchnerismo de desgastar a los
concesionarios de servicios públicos privatizados para forzar su
salida y la entrega de las compañías al Gobierno o a sus
amigos no es muy diferente de lo que pretende hacer hoy el Poder
Ejecutivo con Papel Prensa, que tiene al Grupo Clarín y a La Nacion
como accionistas privados junto con el Estado. El encargado de velar
para que esto ocurra, por resolución del Ministerio de
Economía, no será otro que Moreno, a cuyo cargo estará el
control y el cumplimiento de la ley que declaró de interés
público la fabricación, comercialización y
distribución de papel para diarios.
** 
El mensaje oficial ha sido muy claro: si los accionistas privados de
Papel Prensa no están en condiciones de aumentar las inversiones
para abastecer de papel para diarios a la totalidad del mercado interno,
el Estado podrá ampliar su capital para hacer esas inversiones y
quedarse con la empresa.
** 
Por si esto fuera poco, el Gobierno acaba de fijar un cupo trimestral
para la importación de papel para diarios, algo que no sucedía
desde 1948, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, y
que resulta violatorio de la Constitución.

Semejantes medidas de control sobre el mercado de papel para diarios y
de pasta celulosa carecen de equivalencia en países que se precien
de serios. Ni siquiera en Venezuela, donde el gobierno chavista ha
tratado de someter a la prensa independiente. Un ejemplo relevante es el
de Brasil, donde funciona una sola planta, que fabrica casi la misma
cantidad del insumo para diarios que Papel Prensa. Dos tercios del papel
que consumen los diarios brasileños se importan sin restricciones,
pero nadie en el gobierno de Dilma Rousseff propuso exigirle a aquella
empresa que eleve su producción para cubrir toda la demanda local o
fijar cupos para las importaciones.

En lo sucesivo, Moreno podrá decidir qué cantidad de papel
para diarios debe producirse y cuánto podrá importarse. En
ámbitos empresariales, se teme que el mercado del papel termine tan
mal como otros mercados en los que intervino el secretario de Comercio.
 *
Además de haber fundido a la Papelera Quilmes y haber tenido una
responsabilidad clave en la pérdida de diez millones de cabezas de
ganado con sus intervenciones para controlar el precio de la carne,
Moreno fue el artífice de la destrucción del Indec para
hacernos creer que no había inflación y perjudicar a los
tenedores de bonos del Estado ajustables por el aumento del costo de
vida, entre los que estaban los propios aportantes al sistema
jubilatorio. Antes de eso, cuando tenía a su cargo los acuerdos de
precios, Moreno habría instado a ejecutivos de grandes empresas de
consumo masivo de alimentos a achicar los envases si no les cerraban los
costos, antes que subir los precios. El tradicional envase de dulce de
leche de 500 gramos que pasó a ser de 400 es una de las grandes
obras del polémico funcionario, que en 2006 anunció que iba a
"llover gasoil".
** 
Curiosamente, quien mejor definió a Moreno, cuatro años
atrás, fue el actual titular de la UIF, José Sbattella: "Para
Moreno es mejor un buen monopolio aliado que pequeñas y medianas
empresas compitiendo".

Aferrado a su objetivo de lograr un superávit comercial de 10.000
millones de dólares en 2012, las restricciones a las importaciones
encontraron en Moreno a su máximo defensor.

Jugador de toda la cancha, el secretario de Comercio, que se jactó
alguna vez de haberse "cargado" a cuatro ministros (Felisa Miceli,
Miguel Peirano, Martín Lousteau y Alberto Fernández), ha
comenzado a opacar a los actuales ministros de Economía, Industria
y Relaciones Exteriores y se dio el lujo de tildar de "pajarones" a
"quienes andan diciendo que hay que volver a pedir dólares".
Podría leerse esta frase como un reproche a Boudou y Hernán
Lorenzino, convencidos de que la Argentina debe intentar volver al
mercado financiero internacional. Un conflicto en puerta que la
Presidenta tendrá que salir a tapar con su mejor glamour y,
probablemente, con cuestiones como la de las Malvinas, que nos
distraigan del tórrido clima de ajuste. (...)".
Recomiende
Jorge Sendón
2012-01-22 18:14:18 UTC
Permalink
Excelente tema para la discucion.
Por algunos olvidado pero para la mayoria del pueblo argentino y para
el gobierno de CFK no.
Galtieri 'malviniza' para que no se hable de hambre, corrupcion y desaparecidos.
***
|02/04/1982
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Jorge Sendón
2012-01-23 15:04:55 UTC
Permalink
Cri cri, cri cri.
Parece que los imbeciles que defendien a los milicos son como las
marmotas.
Post by Jorge Sendón
Excelente tema para la discucion.
Por algunos olvidado pero para la mayoria del pueblo argentino y para
el gobierno de CFK no.
Galtieri 'malviniza' para que no se hable de hambre, corrupcion y desaparecidos.
***
|02/04/1982
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